¿Te atreves?

¿Te gusta escribir? ¿Leer? ¿Quieres compartir tus palabras con gente como tú? Entonces... ¿A qué esperas? Entra y descubre un rincón donde poder expresarte.

24 jun 2010

San Juan

Noche mágica donde las haya. Niños en la calle quemando dinero invertido en forma de pólvora que peta. Mayores que queman toda la lucha por el medio ambiente haciendo grandes hogueras. Jóvenes que revientan containers, cañerías, luces y personas ajenas. Ancianos que temen que los estallidos sean bombas, otra vez.



Y cuando le has cogido fobia a los petardos por culpa de un imbécil que te reventó uno cerca de la pierna, es aun más horrible.

Y cuando esperabas un poco de mágia en una noche tan odiosa,
una mágia que ni si quiera esperabas por ti misma,
una mágia que creías importante para los demás,
una mágia que no llega...
La mágica noche de San Juan se convierte en otra de tantas.

20 jun 2010

Cuando preocuparse

Cuando sales con amigos, te quedas hasta las tantas en la calle por ir a comerte un helado y charlar en el banco de debajo de su casa. Cuando pasas la tarde con el cantante de Rauxa, vestido de payaso y jugando con un montón de niños que, aunque no los conoces de nada, tienen mucho en común contigo. Cuando después de años y años de tener un movil alguien te llama sin que tú te lo esperes ni lo pidas. Cuando te dicen de ir a la playa, a la picina, a pasar la tarde en el McDonalds. Cuando tienes a alguien a tu lado para darte un abrazo cuando sentías que ibas a caerte.

No, en esos momentos no era preocupante.

Preocupate cuando la palabra que más escuchas es sacrificio, muerte, sufrimiento, dolor. Preocupate cuando te pases una tarde entera con una baraja de cartas en la mano, delante de una pantalla en negro y sin tener nada que hacer. Preocupate cuando haga un sol horrible y tu te estés muriendo de frío. Preocupate cuando veas a alguien que antes te hacía sentir bien, y ahora no puedes evitar echarte a llorar en mirarle. Preocupate cuando quieras mirarle a los ojos y no encuentres más que un vacío inyectado en sangre. Preocupate si sabes que, a partir de ahora, todos los días van a ser así, o peor. Preocupate si sonríes a los demás cuando estás llorando por dentro.

Y aún no ha llegado el verano oficialmente. Me arrepiento de haber dicho que lo esperaba con ganas. Ya tengo ganas de que se acabe ♥

Siempre quedarán las noches de balcón y cocacola.

17 jun 2010

Nada

-Ya casi hemos llegado.
Alzó la cabeza hacia el luminiscente reloj de aquél coche. La una de la madrugada. A su izquierda, Alicia corría como una loca por la autopista, sin saber ni si quiera como frenar.
-¡Me matan, me matan, me matan! -gritaba sin parar, mirando aquél gran reloj-. Esta vez sí que me matan.

El lobo, en el asiento de detrás, se reía mientras las tazas de té le temblaban entre las patas. Intentaba tranquilizarla, pero no podía aguantar la risa. La niña, simplemente, miró por la ventanilla. Apoyada como estaba sobre ésta, le fue imposible reaccionar cuando la puerta se abrió de golpe y el aire la arrancó de su asiento. El agua estaba congelada.

Quedó suspendida varios segundos en el vacío que era la nada, flotando en aquél mar de aguas verdes dónde no se veía nada más que el reflejo de la luna. Cuando consiguió reaccionar y sacar la cabeza, era el sol el que se imponía en el firmamento.

Caminó, sintiendo el agua rozando sus tobillos a cada paso, junto con algún pececillo temerario que se atrevia a colarse por sus calcetines. Se los quitó cuando llegó al banco. Prefería dárselos a los pececillos para que jugaran al escondite, ya que a ella le daba miedo perderse. Se sentó en el banco y esperó. El coche color plata volvió a aparecer, con una Alicia toda despeinada, el maquillaje corrido y una sonrisita de satisfacción. Al lobo le habían arrancado la parte central de su camisa.

-¿Subes? -le preguntó éste desde el asiento del piloto.
-No, gracias. Tengo que esperarla.
Él negó con la cabeza y arrancó, salpicándo a la niña, que seguía sentada en el banco, completamente seca. Sus pies eran lo único mojado. Sus pies, que se movian alante y atrás dentro del agua. Y las vías del tren empezaron a temblar.

El Orient Exprés llegó con mucha fuerza, dejando ir pequeñas nubes de algodón por la chimenea principal. En el tejado, seis leones y un monstruo. Sonreían con sus afilados colmillos y moviendo sus largos bigotes. Charlie le tendió la mano. Ella se negó. Salió corriendo. Quería estar en cualquier otro sitio.

Así que vio la valla de la casa de don Severino, saltó los setos y tropezó con el escalón. Pero le daba igual. Entró corriendo por la puerta principal, saltando los cables de la luz y subiendo hasta la habitación de los padres. Se estiró en aquella cama que hacía treinta años nadie ocupaba y se durmió.

Cuando despertó, estaba en medio de la nada. Por las persianas completamente abiertas se filtraba la luz de las nubes y el cielo. No había ningún sonido más allá de su respiración entrecortada y los acelerados latidos de su corazón aterrorizado. Salió a la terraza. Más allá de aquella pequeña habitación no habia nada.

Volvió dentro y se puso su gorro color rojo en la cabeza, sin quitarse el pijama azul de ositos. Se acercó al espejo, viendo una Cath en él reflejada. Pero era Cath, y era Niku, que a la vez era Shann. También era aquél chico tan alto, de cabello oscuro e intensas alas color del fuego. Y era tantas otras personas de poca importancia. Y debajo de todas aquellas personalidades y apariencias, tan sólo estaba ella, asustada.

Pero no pensaba esperar más. Cogió varias sábanas, todas las que pudo. Las ató y anudó, las preparó y, en menos de diez minutos, saltó por el balcón. Las sabanas no tardaron en inflarse de aire y hacer que la caida fuera más suave. Mentira; empezaron a rajarse una tras otra hasta que no quedaba nada a lo que poder sujetarse.

Y cayó. Cayó hasta impactar sobre la hierba y los narcisos, y se hundió en la tierra para seguir cayendo. No había nada que la pudiera detener. Nada, absolutamente nada.

14 jun 2010

Tres minuts

Tres minuts

Triste, esto no lo tenía previsto.
Quiero intentar creer en ti.
Sé que podré estar seguro si estas a mi lado...

Me siento perdido y atrapado.
El tiempo para hablar se ha acabado,
y no puedo dejar de pensar en ti...

No sé como lo tendré que hacer,
dame tres minutos y te lo diré.
Sé que tenía que luchar por ti
y no lo supe hacer...

Cosas que nunca entenderé...
Tú me diste la luz
que me alejaba del humo dentro de mí.

No sé como lo tendré que hacer,
dame tres minutos y te lo diré.
Sé que tenía que luchar por ti
y no lo supe hacer...

Sé... Que todo es mentira
lo sé...
Que así es la vida
¿Y qué más?
Final de partida,
y mi corazón que grita por ti...

No sé como lo tendré que hacer,
dame tres minutos y te lo diré.
Sé que tenía que luchar por ti
y no lo supe hacer...

10 jun 2010

Merda

Ho he tornat a perdre. Ha sigut sense voler. Una negligència. Avui n'he tornat a perdre un. Avui me l'han robat davant dels nassos.

I cada cop que ho perdo, cada cop que em treuen alguna cosa...
Potser no crec en deu. Ni en cap divinitat. No crec que hi hagi res més enllà del que em presenten els meus ulls.
Potser sóc una supersticiosa. Crec que per perdre aquestes coses, per robar-me-les... Tot això és signe que un dia o altre marxaràs. Marxaràs i jo no hi seré dins la teva maleta gran.

Potser sóc una mentidera. Potser no sóc més que una joguina. Potser... Hi ha un mirall davant de la meva ànima i només hi veus l'esborrany del que realment sóc.

Potser avui m'han fet pensar massa. M'han fet massa mal. He hagut d'escriure massa en català. I ara... Ara? Ara tinc ganes de plorar, i ni tan sols se per què.


Mentida, això és un altra mentida. Malson rere malson les pors que més m'espanten em fan fora del camí de la felicitat quan em creia digna de ser-hi.

MERDA. MIERDA. SHIT. JODEEEEEEEEEEEEEEER. Y para colmo... Va y deja de llover.

6 jun 2010

134

-No. No... Sigue, sigue... Tienes aún mucho que explicarme...
-Sí. Mucho... ¡Y lo esencial! Ezequiel se instaló aquí conmigo, y desde entonces todas las melancolías de mi caracter no hicieron sino aumentar. Debí salir, viajar, divertirme, como corresponde a un hombre joven; pero dejé la carrera, perdí el contacto con amigos y compañeros y salir de aquí me significaba un esfuerzo invencible.Por otra parte, el romanticismo, el idealismo excesivo, es como una dolencia que conduce a la soledad. ¿No lo sientes tú así?
-Completamente. Por que se cree y se espera tanto del amor que, a fuerza de creer en él y de esperar de él, falta decisión para personificarlo en nadie...
-¡Justo!
-...Por miedo a que la persona elegida esté demasiado por debajo de la soñada.



Es posible que lo haya idealizado demasiado. Es posible que de tanto pensar, tuviera unas espectativas muy altas. Pero... la persona elegida no está por debajo de las espectativas.

Vuelven las lluvias y, con ellas, los caracoles. Saldremos a pasear bajo la lluvia sin paraguas ni zapatos. Cargol, treu banya~

21 may 2010

16.

He intentado varias veces empezar esta entrada, pero te he escrito ya tantas veces que no se me ocurre qué decirte ya.

Han pasado muchas cosas, muchos años. En mi vida, mucha gente ha entrado y ha salido, pero tu entraste y, la verdad, no hay manera de echarte. Tampoco es algo que quiera hacer. Dicen que los amigos de verdad pueden contarse con una mano. Enhorabuena; eres mi dedo meñique.

Cuando nos conocimos apenas si eramos un par de crías. Tú eras un moquillo de doce añitos y yo un mocarro de catorce. ¿Qué te parece? Y ya cumples dieciséis. Cualquier matemático te diría cuantos años hace que nos conocemos pero... Lo siento, soy de letras.

La cosa es que hemos compartido muchas cosas; buenas, malas, tristes, felices, con sol, con lluvia... ¡Y hasta me quitas los mocos! Supongo que tú entenderás esto. Ya sabes, por la pancarta negra que intenta asesinarme todas las noches.

Hay muchas experiencias que ya escribí otra vez y, por no ser pasada, me limitaré a decirte que te vuelvas a leer aquella entrada que por poco nos hace llorar a las dos. Por que eso de recordar a Alice y James... Recuerdame que te debo una historia de amor bien hecha; te la mereces.

Puedes ver que no estoy muy puesta hoy. Será el sueño, o que sigo teniendo en la cabeza que tu cumpleaños es la semana que viene y no mañana. Qué será, será. Quien sabe. Será el monstruo de las cosquillas o los murciélagos colgados en la esquina de mi pared. O serán las partidas del Uno y los McFlurry en pleno invierno. No, en realidad, creo que aun me parece mentira que después de tanto tiempo, pueda tener el privilegio de llamarte mi amiga y felicitarte un año más.

¡Lo has conseguido! Ya tienes dieciséis. Y de aquí a los 50 va un salto, ya lo sabes. ¿Recuerdas aquella conversación? Nos dio por hablar de un futuro muy lejano en el que, por cosas del destino, nos volveríamos a cruzar. En medio de la calle, viejas, con toda una vida pasada... Y volveríamos a gritar nee a pleno pulmón, asustando a los transeúntes.

Y volveríamos a sentarnos en el banco pervertido de plaza catalunya para darles miguitas a las palomas -o un poquito de salchichón para ver algo de acción- mientras nos reímos de lo tonta que es la vida.

Pero una vida con gente como tú cerca, es una vida que merece la pena.

Feliz cumpleaños, nee :3

17 may 2010

Palacio de cristal

Como en el cuento de los tres cerditos o las pesadillas de media tarde, todos tenemos un pequeño castillito que edificamos sin parar. Poco a poco, ladrillo a ladrillo, construimos una alta torre con la ambición de llegar a las estrellas.

Yo lo hago. Construyo día a día con bloques de cristal. Una torre transparente, un castillo sin mentiras. Pero tan frágil que una leve brisa podría desmontarlo todo. ¿O no? Por más que los lobos soplen, aún no se ha desplomado. No del todo.

Muchos otros escogieron otras formas de construir. Maderas, rocas, cañas… Pero todas, con el tiempo, terminan cayendo. Puede que mi torre también caiga, puede que nunca llegue a rozar las nubes. Pero aunque sea frágil, tendré el recuerdo de que fue bonita mientras se mantuvo en pie.

¿Y por qué? ¿Por qué cristal pudiendo coger acero? ¿Por qué algo que sabes que se rompe, que se agrieta? El cristal es bonito. Es puro. Es limpio. No construyo para mí. Tal vez, si fuera así, lo amarraría al suelo con correas, reforzaría con millones de pilares y arcos. Pero una princesa de tal belleza merece un lugar que, como mínimo, le llegue a la suela de los zapatos.

No… Hace tiempo que la torre no avanza. Tal vez sea por la altura, pero las brisas de aquí arriba son más crueles, más fuertes. Y el cristal se resquebraja. Lo que antaño fue puro y fino ahora se muestra ahogado por las fuerzas externas.

Y me quedo parada, siempre en el mismo lugar, intentando reparar todas las grietas que el viento ocasionó. Y yo misma, sin querer, golpeo la fina torre al intentar repararla, rompiéndola aún más. ¿Qué será lo que hago mal? Tal vez sea momento de dejar la construcción a un lado y dedicarme a la papiroflexia…

No, eso nunca; jamás pararé. Puede que no sea perfecta. Puede que nunca llegue a las nubes. Puede que ya no sea tan transparente como antes. Pero no importa. Sigue siendo mi torre, nuestra torre de cristal. Algún día, esté donde esté, se que llegaremos a la cima, y ya no habrá nada ni nadie que la pueda destrozar.

Y brillará eternamente, pura, cristalina, sin más miedos. Dejaré de esconderme en un mundo de cristal tintado.

25 mar 2010

Se sube el telón

Y empieza la magia.


¿Qué más da que no lo haya vivido? Lo mejor es, precisamente, eso; ser capaz de emocionarme por algo que, a ratos, ni si quiera puedo comprender. Por que la magia es un espectáculo apto para todos los públicos.

Y las luces empiezan a apagarse, y un corto video te introduce de lleno en la historia de los años ochenta. Y empieza la música, el baile y, no sé como, me sentí cual icono emocionado del msn (ya sabes, ese de uoO). O más o menos así era mi expresión en aquellos momentos.

La música, completamente diferente, que ayudaba con el ritmo de la historia. Las palabras se mezclaban y los personajes poco a poco fueron tomando forma en mi cabeza, llegando a conocerlos a la perfección. Mario, María, Colate, Guillermo, Panchi, Patricia, Anselmo... Y ver cómo evolucionan, como viven, como respiran delante tuyo es, realmente, emocionante.

Y llorar, llorar con las canciones, y cantarlas, pero sobretodo llorar, llorar con una en especial. Y sentir en la oscuridad el apoyo ajeno, y sentir un poco menos de dolor cuando una mano aprieta con fuerza la tuya y puedes secarte las lágrimas, coger aire y seguir disfrutando.

En definitiva... Magia. Magia transformada en música, bailes, acrobacias, personajes, luces, escaleras y camas. Y risas, para qué negarlo. Y al acabar, un telón que se tiende, montones de confeti para celebrar el año nuevo en la puerta del Sol, como el año que fue, y una carrera desenfrenada con tal de abrazar al que te ha dejado disfrutar de todo aquello.

Sin duda, uno de los mejores regalos que me han hecho en mi vida. Os invito, si podéis, a ver el espectáculo. Merece la pena. Hoy no me puedo levantar ♥

En otros asuntos del día...
...Quiero que se acabe. YA. No quiero, ni puedo, seguir con este miedo corriendo por mis venas.




Y no imaginas lo que duele cuando recuerdo tu olor por casualidad... Y de pronto se esfuma.

18 mar 2010

Fuego

Quema. Queman. Queman las ganas.

Tengo ganas de gritar. O de llorar. Tengo ganas de dejarle claras las cosas a alguien. Quiero dejar de sentirme acosada.

Quiero encontrar un maldito foro de rol que no vaya por temas. Quiero pasarlo tan bien como lo hacía antaño. Quiero recuperar todo aquello que el tiempo se ha llevado. Quiero volver a correr estilo Heidi por toda la estación de Sants para abrazar a O. Quiero comprarle figuritas a C. Quiero grabar películas con los peluches de J.

Quiero encontrar un foro, ese foro que estoy buscando. Un lugar donde no tengas que dar para recibir, un lugar en el que te reciban con los brazos completamente abiertos. Un lugar como los de antes, en los que a las dos semanas te sentías tan agusto que eras capaz de hacer quedadas para hacer todo lo dicho con anterioridad.

Quiero acabar con los límites. Quiero mejorar. Quiero luchar por todo ello y dejar de ser tan perezosa. Quiero ser capaz de leer un libro que no me guste. Quiero seguir sacando nueves en castellano, pero no doses en catalán. Quiero que vuelvas y estes bien; no quiero que te vayas tu también... por que no quiero encontrar la calle llena de sangre de nuevo.

Y todas las ganas, todos los deseos, se combustionan, explotan, queman y, espero, cicatrizan.

Pero de lo que más ganas tengo hoy es de vivir. Superar. Y, ¿para qué negarlo? Dormir y si puede ser a tu lado, mejor.

14 mar 2010

La rueda semanal

¡Bienvenidos al nuevo concurso de tele seis, un concurso semanal en el que, simplemente, hay que girar la ruleta y ver qué pasará cada uno de los días! Y aquí tenemos a nuestra primera concursante. Por favor, haz girar la rueda y veamos qué te deparará esta semana. ¡Qué empieze el espectáculo!

Lunes: Imposible de soportar más. Más lágrimas, más desesperación. Enfados, deseos oscuros, ganas de terminar con todo.

Vaya... Parece que nuestra concursante nº1 no tendrá mucha suerte en sus lunes. Vayamos con los martes, a ver si mejora la cosa.

Martes: Preparación mental para una discusión inminente. Cero fuerzas para soportar el tormento. Ganas de echar el tiempo atrás y volver a sentirte tan feliz como eras antes. Amargura, desesperación, dolor y agotamiento.

Será... No se preocupe, señorita concursante. Ya se sabe que los primeros días de la semana suelen ser horribles. Vayamos con el siguiente.

Miércoles: Luz. Felicidad. Aquello que tanto ansiabas por fin llega. Y te olvidas de todo lo maquinado, todo lo planeado, por que ahora ves el mundo en otro color y no quieres acabar con cualquiera que te haga llorar. Te sientes feliz, contenta y agusto con aquello que te rodea.

¡Ahí lo tienen, señoras y señores! Benditos miércoles de felicidad. No todo podía ser tan malo, ¿no?

Jueves: Dulce inocencia de quien espera en vano. Sonrisas tranquilas, paciencia y, sobretodo, muchisima esperanza. Contar los minutos hasta que vuelva a suceder. Completo olvido de todo aquello que siempre ha pasado y cree que volverá a pasar; absoluta esperanza en que esta vez será diferente.

Bueno, bueno, no tenemos tan mal pronóstico para el jueves. Se avecina un día tranquilo y feliz, lleno de ensoñaciones. Sigamos con la ruleta.

Viernes: Inicio del horror. No se cumplen las esperanzas y se rompen corazones. Ilusión perpetua hasta altas horas de la noche, insomnio y dolores de cabeza. Temblores continuos en la mano derecha, soportando el diminuto peso de un teléfono móvil. Ganas nulas de hacer nada y un nudo horriblemente fuerte aprisionando la garganta.

Vaya... ¡No se preocupe, mujer, no se ponga pálida! Ya verá como las cosas mejoran en los sábados. Los sábados son los días de disfrute continuo.

Sábado: Plantes tirados al retrete por la crisis económica. Aburrimiento total. Un cosquilleo horrible de que, por mucho que espere, nada sucederá. Ganas de llorar, pero aguantando con ese tembleque en la mano, atenta a cualquier movimiento o vibración en la habitación.

...Usted tranquila. No pierda la esperanza. Los domingos son los días de descanso, seguro que entonces... Va, va, ¡tire una vez de la maldita ruleta!

Domingo: Completa desesperación. Llanto incesable. Ganas nulas de hacer nada. El mundo entero cayéndosele encima, de nuevo. Frases autodestructivas, imposibilidad de ingerir alimento, dormir, o ni tan si quiera sonreír. Pensamientos negativos y románticos, en el mal sentido de la palabra.

Maldita ruleta... Usted no se preocupe. Es solo una mala semana. ¿Quiere volver a intentarlo? Empezaremos de nuevo, a ver que pasa. Venga, venga, no llore. Veamos que le depara un bonito lunes.

Lunes: Imposible de soportar más. Más lágrimas, más desesperación. Enfados, deseos oscuros, ganas de terminar con todo.


Y así, la ruleta gira y gira sin que nadie pueda pararla.

5 mar 2010

Onomatopeia

Ti-tu-ti. Gfffffsh. ¿Chu-cu-chu? Más bien sería taclatán, taclatán, taclatán. Na-na-na-ná, na-na-na-ná, na-na-na-na-náaa.
Sbuosh. Tap, tap, tap, tap... Ja, ja, ja. Jua, jua, jua. Tap, tap, tap.
Abuf... Crash, crash. Bla, bla, bla. ¿Blablabla? ¡Bla! Creck. POP. Crash. Mmh...
Chanchanchaaaaan. Chun. Jajajajajajaja... ¿LOL? Nyan. Mh...


Baaaaaaaang...



Echo de menos los días de muelle y pringles.

4 mar 2010

Paranoide

paranoide.

1. adj. Psicol. Se dice de la forma atenuada de lo paranoico.

ERGO

paranoico, ca.

1. adj. Perteneciente o relativo a la paranoia.

ERGO

paranoia.

(Del gr. παράνοια; de παρά, al lado, contra, y νόος, espíritu).

1. f. Perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas.

¡Per capita! Ahí está el problema. Paranoide, paranoica, paranoia. Ese es, ese es mi problema. Si no, ¿por qué debería estar ahora mismo aquí, en un pequeño bloque de hielo sin más compañía que un viejo walkie-talkie y el diccionario? Por paranoica. Por paranoide. Por pensar demasiado en lo que no toca. Sí, llevaba razón cuando escogí ese nombre, ¿verdad? Siempre me dijeron que un nombre marcaba la vida de una persona.

Sí, así es. Estoy sola, completamente sola. ¿Por qué, por qué tengo que estar aquí? Yo antes tenía amigos, tenía familia, te tenía a tí. Y ahora tengo un trozo de hielo que vaga a la deriva. Joder. Hace frío y ni si quiera tengo tu cálido abrazo para darme calor. Esto es peor. Mucho peor. Mucho peor que ese momento en que dejas de sentir el zumbido de un mosquito y sientes el pinchazo. Peor que rompan tu trabajo delante tuyo. Peor que ver la sangre esparcida por tu calle. Peor que las plantas marchitas, las aguas turbias y las vallas oxidadas. Peor que te rompan el corazón y no tengas el pegamín cerca para arreglarlo.

Joder ya. Kalaña. Coños de putas.
Si sólo fuera eso... Pero no. Espera. Lo recuerdo. ¡Sí! Al principio solo era una grieta. Una grieta chiquitita y minúscula que apenas se veía. Pero cayó una piedra. Y después otra. Y muchas más. Fue entonces, lo recuerdo; la grieta se hizo enorme, el hielo se resquebrajó y se me llevó con él. Maldito sea ese momento.

¿Y qué más da lo que haya ahí fuera? ¿Qué más me da la aurora boreal, los pingüinos o los gritos de las ballenas? ¿Qué más me da si es un asesinato o es una venganza? ¿Qué más me da, a ver, dime?
Pues nada, no me da nada, por que cada vez queda menos.

Menos aire (sí, ¿qué pasa? en el fin del mundo no hay árboles como para respirar pingüinos, ballenas y yo a la vez), menos ganas, menos calor y menos hielo. Por que empiezan a haber más y más grietas, y ya no hay sitio para los tres. Lo siento, diccionario, pero esta vez seré yo la que te de las patadas. Me aferraré a mi walkie, lo único que me conecta, todavía, a la única persona que parece preocuparse por mí.

Tal que una gota de cera resvalando hacia su fin, una lágrima gotea hasta el vacío del mar oscuro. ¿Y ahora qué quedará de mí? Una canción olvidada, una rosa marchita, unas palabras deprimentes, un diccionario mojado y un walkie estropeado.
Porfavor, que alguien me tire un salvavidas antes de que me congele.

22 feb 2010

25

Pues sí, ya estoy en la entrada 25 de este blog y sigo sin decir nada interesante. Si es que la vida del estudiante es más estresante que la de una estrella de mar. Lo sabré yo...

Juguemos a ser niños de nuevo

¿No sería una gozada? No más exámenes de ut, cum y subjuntivo, no más Solitud ni más bocadillos. No más selectividad, ni futuro, ni Descartes, ni Hume. Gustosamente me despediría de H&M (no hablo de la marca de ropa), igual que de C. Pero sobretodo, sobretodo, no más autobuses amarillos parados delante de la puerta del instituto.

Y es que... No veas cómo duele cuando te arrancan tus espectativas de futuro, las arrugan cual bola de papel y juegan con ellas a encestarlas en la papelera.

Así no hay quien levante cabeza

21 feb 2010

Un aplauso

Por esos días en que te da por llorar y eres incapaz de parar.
Por esos días en que ves el mundo aún más gris de lo que es de por sí.
Por esos días en que te duele tanto abrir los ojos.
Por esos días en que tu humor está por los suelos y todo el mundo se dedica a pisarlo.
Por esos días de inspiración nefasta y relatos lastimeros.
Por esos días en los que tú no estas.

¿Dime, qué demonios es lo que te pasa?
, tú y solamente tú es lo que me pasa.

16 feb 2010

Omni




Y ahí estaba de nuevo. Yo, yo, yo y sólo yo. Yo y las nubes, yo y el viento, yo y la lluvia, yo y la vida. Yo y la libertad. Yo y la luna, y las estrellas, y el sol. El todo y la nada. Todo, todo cuanto pudiera imaginar, desear, pensar o tocar estaba ahí, bajo mis pies.

Y era yo. Yo, omnisciente, omnipresente, omnipotente. Y no importaba nada más. Sonidos de piano, acordeones, gotas de lluvia. Los pájaros al cantar, tu risa, las cigarras al cantar, los grillos de la noche. El revoloteo de una mariposa, las olas chocar contra el mar. El olor de la hierba, de un chocolate caliente. El olor de las nubes, de las nubes de tu pelo. Olor a velas, a azahar, a violeta, a campanilla, a rosa y jazmín. Olor a lugares lejanos, personas extrañas, un mundo entero encerrado en una pequeña esfera de cristal. Sabor a fresas, a besos, a caricias. Sabor a dulce, a salado. Sabor de mañana veraniega o de noche bajo las mantas en invierno.

Blanco, negro, rojo, amarillo, violeta, azul, verde. Todos los colores mezclados en una explosión tan grande, tan bella, tan... Todo. Que, en esos momentos, tan solo se podía comparar a mí. Hojas secas por el suelo, pétalos de rosa flotando por los cielos, caricias acompañadas de suaves melodías. Soy yo, y el mundo, y yo soy todo, y nada soy.

Salté. Salté tan alto como pude, queriendo ser nube. Pájaro, avispa, estrella e, incluso, ardilla. Queriendo agarrar una de las esquinas del mantel que cubre el cielo y descubrirlo, desnudarlo ante mis ojos. Salté, y volé, y entonces...

Entonces desperté.

11 feb 2010

No, no, no

Quiero que sepas que esta va a ser la última vez que te lo repita. A ver si, de una vez, te queda claro.
No quiero seguir con esto. La verdad es que no tengo las fuerzas, ni las ganas para seguir con ello. No quiero despertar cada mañana a tu lado, no quiero seguir gastando mis horas pensando en ti. No quiero soñar que por fin puedo estar a tu lado. No, no quiero estar contigo para siempre. No me siento feliz cada vez que sé de ti, que escucho tu voz... No lo hago aún más cuando consigo verte. No quiero todos los besos de tus labios, ni dormir abrazada a tu piel. No quiero respirar el aroma de tu cabello ni perderme en la profundidad de tus ojos. No quiero vivir en un mundo de fantasía en el que solo estemos tú y yo, sin importar nada más, sin más problemas ni obstáculos. No quiero recordarte cada día lo muchísimo que te quiero, ni cuanto te necesito. No quiero pasear por las calles y cruzarme con tu sonrisa. No quiero volver a sentir tu mano junto a la mía, tímida, pero segura. No quiero volver a pasar media noche a tu lado mirando las estrellas, o a ti, que no es lo mismo, ni mejor. No quiero saber de ti, no quiero escucharte, no quiero sentirte, ni quererte. No, no quiero, por el simple hecho de que no te quiero. No te quiero como nunca he querido a nadie, ni te querré siempre igual. Esto no va a ser para siempre, ni hasta que tú lo quieras.


¿Puedo contarte un secreto? Hay muchas mentiras en este texto... Tan solo tienes que quitar una palabra para descubrir la verdad.

7 feb 2010

Va de nabos



¿Será ella? No, no, es demasiado bajita. Vaya... Viene hacia aquí... ¿Sí que es? ¡Dios, qué bajita! Jajajaja
AGUA. Por dios, que alguien me de AGUA. ¿Nee, quieres salir conmigo? Lo siento, es que me van los nabos. ¡Vamos a jugar al Ro! ¡Matemos orquitos! ¿Te unes al Narusaku FC? Es que me va más el Sasusaku. ¿Creamos un foro? ¡Endless Dreams! Nunca dejes de creer en tus sueños. Grrrr. ¡Ataque de cosquillas! ¿Vamos a ver Saw III? Dios, dios, ¡le está cortando el cerebro! ¡No quiero mirar! Nos han hackeado el foro... ¡Hagamoslo de nuevo! ¿Vamos a Barcelona? Muelle, chuches y helados de la Huggenduz -o como se escriba-. Mhh... Qué rico está esto. ¿Qué es? NABO. Vamos a comer al Sakura, ¡Quedada de Endless Dreams! Mesa para 20, porfavor. ¿Alguno de vosotros es mayor de edad? ¡Ella! Pero si solo te--- sí, soy mayor de edad. Tú bebe, ellos no. ¡Sake! ¡Licor! ¡Fieeeeshta!
Ramen, Kuma, feria, quedadas (kdd's), llamadas, fotolog (o putolog, fotolol, pataplof...), Sakura, parques, fotos.
KuroTsuki no Pochi. Sweet_Moon&Dark_Angel. ¿Subimos a la V? Grito desgarrador durante toda la atracción. ¿Qué haces? Ando tirada en el balcón. ¿Y tú? Ando tirada en la silla del ordenador. Bhelannia. ¿Jugamos a Rol? Tsuki, Jasper, Alice, James... Más tarde Niku, Jake, Cath, Rubs, Arlet, Shannon, Jade, Bian, Ahriel, Salem, Gem, Lily, Simon, Autumm, Gerald, Ardid. Aiden, Alma, Cath de nuevo.
Tim Burton. Los mundos de Coraline. Moon Child. Pesadilla antes de Navidad. Piratas del Caribe. Harry Potter. El Laberinto del Fauno. Hancock. Saw IV. La Brujula Dorada. Saw III. Un puente hacia Terabithia. Sunshine. ¿Alicia en el País de las Maravillas? Próximamente.
Vuelve a escribir. Hazlo por mí, venga. Sabes que si necesitas hablar... ¡Si hace falta hasta voy a verte! Te regalaré un Aiden hinchable. ¿Nee, este tio está bueno? Ayudame, tú que entiendes. O que no entiendes, vaya... Bueno, lo que sea.
Nya... Aishiteru :3
¿Por qué? Es lo que tiene rebuscar en el pasado, ¿verdad?

4 feb 2010

Cap pas cap

¿Qué tiene de especial un cuatro de febrero que no tenga cualquier otro día? Podría estar escribiendo esta entrada un veintiocho de agosto o un trece de diciembre, pero no, no tendría sentido.

Lo que hoy me impulsa a actualizar, son los sucesos ocurridos en un día como el de hoy, un año atrás. ¿Lo recuerdas? Desde aquél día, Raquel no me ha vuelto a hablar, por que estuvo toda la tarde buscándonos sin encontrarnos por ningún lado. Claro; ¿a quién se le ocurriría mirar dentro de un armario?

Pero lo cierto es que es un hecho que, en el fondo, no me importa. Se podría decir que en aquellos infinitos y a la vez cortísimos minutos, mi vida dio un giro de 450 grados, encaminándome hacia lo que sería el resto de mis días. Al menos, hasta el momento.

Ha pasado el tiempo. Un año, doce meses, trescientos sesenta y cinco días... Y todo ha cambiado. La gente, la moda, la televisión, tú, yo... Sí, todo ha cambiado. No, no todo. Hay algo que sigue ahí, escondido. Como la sonrisa que se dibuja en mi rostro al ver tu nombre en el teléfono, o un mensaje, aunque haya disminuído tanto la cuantidad de éstos.

Tampoco ha cambiado el que estes cada noche en mis sueños, ni que al despertar sienta una profunda tristeza al sentirte tan lejos. No ha cambiado el que cada día, cuando me siento triste, intento pensar que queda un día menos. No ha cambiado el miedo de perderte en cualquier momento.

Y en todo este tiempo, han pasado cientos, miles de cosas. Cosas buenas, cosas malas. Aunque, para qué recordar lo malo, ¿verdad? Los buenos momentos terminan borrándolos. Pero es cierto que estos últimos meses no es que hayan sido los más agradables... Aun así, esto va a seguir adelante. Yo quiero que siga adelante. ¿Y tú? ¿Lo quieres?

Quiereme, amame para siempre... ¿Capaz o incapaz?




En otros asuntos del día...
· Feliz cumpleaños, MD
·Y a ti, nunca te olvidaremos. Las fiestas no serán las mismas sin ti.

2 feb 2010

Mentira

mentira.

(De mentir).

1. f. Expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa.

Mentira es cuando me dices que todo va bien. Cuando dices que la crisis terminará. Cuando dices que lo que me pasa es una tontería comparado con lo tuyo. Mentira es cuando me dices que me quieres, cuando prometes estar siempre a mi lado. Las promesas son mentira. Mañana nos vemos, mañana hablamos, mañana te lo traigo, mañana te lo digo... Te lo prometo.

Sobretodo, es mentira cuando me prometes, me juras, me... me dices que nunca más volverá a pasar, que has cambiado, que he cambiado. Es mentira el algún día lo entenderás, y es mentira el yo nunca te mentiría. Pero sobretodo, sobretodo, es mentira que nunca más me volveré a sentir sola.

Esta bien. Es normal. Yo también miento. No paro de hacerlo. Es mentira cuando digo que he dormido bien, que he estudiado para el examen, que me duele la barriga todas las mañanas. Es mentira que no me importa, es mentira que lo he olvidado, que la he olvidado. Es mentira que ya no me apetece escribir, ni dibujar, ni pararme a pensar en lo bonitas que son las tardes de invierno.

Pero, sobretodo, miento cuando digo que se ha acabado. Miento al decir que no volveré a tropezar con la misma piedra, cuando digo que no volveré a creer en las mentiras, en ti. Miento cuando digo que me he acostumbrado a que no estés aquí. Miento al decir que no me importa. Miento al decir que ya no hago esas cosas. Miento cuando digo que ya no te quiero.

Y tú, ¿mientes si me dices que me quieres?

24 ene 2010

Tu sangre es peligrosa

Nee, te lo dedico.

Sus pasos resonaban por los oscuros pasillos. Era noche cerrada y, la mayor parte de los residentes, se encontraban durmiendo es sus respectivas habitaciones. Evitó pasar por la biblioteca, sabiendo que ahí la noche no había hecho más que empezar; los juegos y la diversión entre los más despiertos del colegio se centraban en aquella sala.

Pero ella no buscaba ese tipo de diversión. Lo que buscaba se encontraba varias plantas más abajo, pasando por la enmohecida puerta, cruzando el pasillo de antorchas... Allí, en algún lugar, se encontraba ella. La misma que una noche le advirtió que no volviera por aquél lugar.

Tu sangre es peligrosa...

Miles deveces había intentado olerla, pero no encontraba ningún tipo de atractivo en aquél líquido rojo que brotaba de su piel. Por ello, había olvidado que debía ir con cuidado. Ni si quiera pensó en ir armada, por lo que pudiera pasar.

Pasos. Pasos en la noche. Una figura se acercaba a ella, veloz. Se dio la vuelta, con el corazón emocionado; tenía que ser ella. Pero no lo era. Una figura masculina surgió de las sombras, intentando agarrarla, morderla. Su grito recorrió todos los rincones de aquellas mazmorras. Llegaron incluso a los oídos de ella.

Dejando atrás la cena que estaba a punto de degustar, salió corriendo de su escondite, recorriendo los pasillos a velocidades vertiginosas hasta verla. Allí, herida, en brazos de uno de los suyos. Llena de ira, no dudó en atacar a aquél hombre, enzarzados en una fuerte batalla que iba a acabar con la vida de uno de ellos. Se sentía debil. J se acercó a ella, asustada, herida. Sangraba.

El olor era insoportable. Mejor que el olor de las palomitas recién hechas, mejor que un chocolate caliente, mejor que el olor del fuego en la chimenea. Mejor que una tarde de lluvia, mejor que la canción del momento, mejor que los sueños. Mejor que todas las cosas del mundo. El hambre que sentía, unidos con aquella tentación, pudieron con ella.

J, asustada, vio cómo Iel se acercaba a ella lentamente. Sus ojos bañados en sangre, sus afilados colmillos asomando en las tinieblas. Aún así, no reaccionar. No supo, no quiso. Dejó que su amiga, fuera de sí, se acercara a su cuello, bebiera de ella. Era una sensación tan extraña y, a la vez... Cálida. Esperaba sentir dolor, frío, miedo. Pero no fue nada parecido a ello.

Iel, por su parte, se encontraba en otro mundo, saciando su sed, disfrutando de aquél fruto tan prohibido para ella. Sangre humana. Humana... Estaba matando a un humano. Abrió los ojos, parpadeando, viendo la piel cada vez más pálida de J. Estaba matando a la persona que más había querído en toda su no-vida.

El hecho de haber tomado de su sangre le repugnaba completamente, a pesar de que fuera la mejor que hubiera probado nunca. J, a las últimas de su vida, temblaba en el suelo, con una sonrisa en los labios, sin apenas luz en los ojos.

Desesperada... Iel la abrazó. Dejó que aquello que una vez penetrara en ella, tantos siglos atrás, lo hiciera también con la joven. De nuevo, un grito brotó de su garganta. Recordaba aquella sensación, tan horrible, que no deseaba para nadie pero... No quería que ella J muriera. La quería viva, viva para siempre, para siempre a su lado.

El sol empezaba a despuntar. Dos figuras pálidas, oscuras, cansadas, reposaban en lo alto de un torreón. La luz pronto las recluiría a un mundo de oscuridad del que nunca más podrían salir. Pero, por unos instantes, decidieron observar por última vez los rayos de aquél sol que marcaba una nueva vida para ambas.

23 ene 2010

Receta para un buen resfriado

Realmente se me da mal esto de escribir blogs. He perdido la práctica después de mi querido LP, y ahora no sé qué escribir aquí. O quizás la culpa la tenga el cansancio, el sueño, el dolor y el ploff con el que me he levantado hoy. Y eso que hace menos de una hora que estoy en pie...

Anoche, concierto. Es decir: tarde de hacer el bobo, quemarme la boca a base de picante, pasar frío, recibir collejas, pegar hostias, llervarme decepciones, ver a gente que hacía muchisimo tiempo no veía, romperme la nariz, muchas fotos, broncas por echar fotos, buena música, muchos saltos... Y de gritos mejor ni hablemos.

Pero me quedé con ganas de más, la verdad. Para qué engañarnos, a mí es que me faltaron JG. Pero bueno. Después, más frikeo por la calle, cantando a grito pelao' canciones del año mariacastaño, y luego ya con los bailoteos pro's... Menos mal que yo ya me empezaba a encontrar mal entonces...

Por que, sí. La mejor manera de pillar un buen resfriado es, sin duda, salir por la noche. Estas en un sitio cerrado, saltando, bailando, empujando y, claro, te da un calor que no veas. Luego llega la hora de salir y, encima, tus amigos te han robado las dos chaquetas que llevabas, y tienes que ir por la calle, seguramente a uno o dos grados de temperatura, con una simple camiseta fina. Conclusión: me he levantado con un dolor de cabeza y garganta insoportable.

Y encima, en ESTE fin de semana. Que tengo tantas cosas que hacer, entre ellas y la más importante preparar la exposición oral del TR. ¡Y yo sin voz! A parte de tener que pasar la montaña de apuntes de las diversas historias para Nana... Y yo lo único de lo que tengo ganas es de seguir durmiendo.

...Aunque cada vez que cierre los ojos vuelvan las pesadillas a mi cabeza.

18 ene 2010

Gris



Día de niebla y lluvia, día gris en todas sus versiones... Nubes grises, miradas grises, ropas grises, coches grises, clases grises, sonrisas grises, imágenes grises, historias grises, palabras grises, recuerdos grises...

Anoche volví a sentirlo, como si no hubiera pasado el tiempo. Volví a sentirte subiendo lentamente a mi cama, agazapada, escurriéndote bajo mis sábanas, bajo mis brazos. Volví a ver tus brillantes ojos verdes en la oscuridad, volví a sentir tu suave tacto en mi mano. El calor de tu pequeño cuerpo, la manera en que me hacías sentir tan bien a pesar de que quisiera terminar con el mundo...

Anoche fue una de esas. En las que no quería ver el mundo tal y como era; en la que me hubiera gustado ser como Descartes y creer en el subjetivismo, que todo lo que me rodea no es más que fruto de mi imaginación pero... No estabas ahí.

Empiezo a entender palabras tan dolorosas de tiempos pasados, cuando risas hacían sentir mal a personas que se sentían como yo me siento hoy. ¿De verdad es tan patético echar tanto de menos a alguien a quien has querido tantísimo? Pues si lo es, lo siento, soy patética.

Pero hoy me hubiera gustado verte pasear por encima de mi escritorio y dejar que te subieras sobre mi hombro para quedarte dormida ronroneandome al oído.

Ay...

16 ene 2010

5. Efectos



Andrea vuelve, con un par de bandejas cargadas de todo tipo de comida; café, zumo, leche, donuts, galletas, cereales, frutas… Lo va repartiendo por la mesa, de forma en que todos podamos llegar a los alimentos. Observo a Aiden, que mira agradecido a la chica. Pero es una mirada… Extraña. Mientras nosotras dos empezamos a comer –la verdad, no me había percatado del hambre que tenía-, el se limita a darle vueltas a su taza de café humeante.
-Tú, come algo. Ni que sea una galleta –escucho que dice Andrea.
-No tengo hambre.
La discusión comienza a alargarse, aunque con cierta calma; es como si fuera una rutina para ellos. Por suerte, alguien rompe con su diálogo; la chica de mi habitación le da un pequeño golpe en la cabeza a Aiden, haciéndole callar, mientras se sienta en su lado.
-Oh, Dios mío. Andrea, ¿por qué has traído tanta bollería a la mesa? ¡Sabes que estoy a dieta!
-Amber… Come. Mira este delicioso donut de chocolate… Oh, vamos, lo he cogido para ti.
No sé por qué, pero no puedo evitar romper a reír al ver la escena, lo que vuelve a conseguir que la gente se fije en mí. Algunos empiezan a murmurar cosas que seguro que tienen que ver conmigo, pero intento ignorarles. Con un suspiro, apuro mi zumo de naranja y miro a la gente que me acompaña en la mesa. Un anoréxico, una preñada y una enana marimandona. Parpadeo, ya que empiezo a verles extrañamente borrosos. Andrea, consiguiendo meterle el dulce en la boca a la otra chica, se fija en mí. Descifro su ceño fruncido, pero un martilleante dolor de cabeza me hace agachar la mirada. Noto sus manos agarrando mi brazo, tirando de mí, y pronto el bullicio de la sala empieza a apagarse. Siento mis pies flotar mientras soy arrastrada por el pasillo de color blanco.
-Irmina. ¿Me oyes? ¿Te encuentras bien? –su voz suena distorsionada, lejana-. Llamaré al médico.
Y entonces es cuando caigo. Algo me hace tropezar, y mi cuerpo se abalanza sobre el suelo, convertido de pronto en un mar de aguas claras. Mi cuerpo comienza a hundirse mientas extrañas anguilas de colores empiezan a rodearme. Al fondo, en la oscuridad, un bonito carrusel brilla con luces anaranjadas, como en una eterna puesta de sol. El payaso me sonríe, mostrando sus afilados dientes, invitándome a subir al león de fuego. Lo acaricio, pero me gruñe, e intenta morderme, así que salgo corriendo, o nadando; ya no sé ni lo que hago. Y de nuevo, en mi cabeza, escucho voces distorsionadas mientras un camino blanco y sedoso aparece ante mis ojos.
-Gracias por traerla, Andrea. Empieza a sentir los efectos de la abstinencia… Lo único que podemos hacer es…
La voz se va apagando, privándome de saber qué es lo que van a hacer conmigo. ¿Qué, qué, qué? ¿Qué es lo que van a hacer? Nada. Silencio. Tan solo las nubes me acompañan. Pero siento algo en mi interior. Como un rayo, como un chute, como un vaso de caldo caliente calentando mis entrañas. Solo que por todo el cuerpo. Es como… Un fuego en el invierno. La lluvia del verano. Un atardecer acompañado. Es como saltar de un puente, como volar por el cielo. Como encender la televisión, como ver un conejo saltando por las nubes, como un orgasmo. Como estar viva. Pero, en el fondo, me siento muerta.
Las nubes se tornan oscuras a mí alrededor, un rayo cae sobre mi espalda, fulminante, calcinándome. Y vuelvo a caer, más rápido, más veloz, chocando con un muro marcado con las letras de la realidad. Aparezco en la cama de la habitación, sola, sudorosa, impregnada en frío. La luz entra, tenue. Un sonido chirriante suena cerca. La puerta del baño, entornada, se mueve lentamente.
-¿Hola…? –pregunto algo asustada.
Intento moverme, pero no puedo. Mi cuerpo está pegado completamente a las sabanas. Mi respiración se agita, cada vez más nerviosa. En el baño no consigo ver más que oscuridad. Pero no, hay algo más, una figura se mueve. La veo, la escucho. El sonido de sus pasos golpea mi mente con fuerza. Mis ojos se mueven veloces, atisbando cada milímetro de la puerta. Ahí está. La veo. Con su despampanante traje rojo y sus zapatos de tacón, acercándose lentamente a mí, contoneando todo su cuerpo con aires de superioridad. Sonríe de la única manera que sabe; con odio, con desprecio. Y me mira, riéndose de mí.
-Michelle… -murmuro.
Ella simplemente asiente, sin borrar su sonrisa. A su alrededor, formas extrañas, vaporosas, oscuras, se mueven. Invaden la habitación, ocupan las paredes, el techo, el suelo. Veo cómo una de ellas empieza a trepar por las sábanas de mi cama.
-Mi pequeña Irmina… -comienza a decir-. ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué no vienes con nosotros? ¿Acaso te gusta este sitio?
-¡No! –replico, sintiendo esa masa oscura llegar a mis pies.
-Ay… Eres tan egoísta. Tu aquí, de fiesta. Y nosotros preocupándonos por ti…
-No, no, no quiero estar aquí…
La cosa llega a mi vientre, se detiene, me mira. Sus ojos son brillantes, aunque negros, y me miran sin ningún tipo de expresión. Tan solo es oscuridad, sin forma alguna, que continúa moviéndose hasta llegar a mi pecho.
-Ayúdame –suplico.
-Tú tienes la solución, Irmina. Tú eres la que decide.
Su mano se acerca a mi rostro. Consigo ver una pastilla en su mano. Blanca, pura, contrarrestando con el monstruo que se acerca a mi boca, cada vez más grande, cada vez más oscuro. Veo una flor marcando la pequeña partícula de productos químicos. Mi salvación. Abro la boca, estirando el cuello, intentando evitar que la masa oscura entre en mi interior. Michelle comienza a reír, dejando caer la pastilla. Durante una fracción de segundo, la veo detenerse en el aire, a punto de caer. Consigo despegarme de las sábanas, cogiéndola. De pronto, todo se vuelve blanco.

14 ene 2010

2010

Vaya, primera entrada del año y me retraso... *mira el calendario* 14 días. Sí señor.
Bueno, no tengo en mente empezar a decir las cosas buenas y las cosas malas que ha tenido este pasado año porque, la verdad, son demasiadas de ambas categorías como para escribirlas por aquí. Sí que voy a decir qué me ha traído el 2010:

Un viaje no tan genial como imaginaba, 8 horas en coche. La adicción por un grupo al que he ignorado desde hace tiempo. Incomunicación, pérdidas, llantos, problemas y nervios. Mucho, mucho estrés, decepción y desgana. Una chaqueta que me da pinta de macarra y me viene enorme, además de un libro larguísimamente esperado. Falta de horas, exceso de tiempo libre, cero ganas de hacer nada. Una bolita de arroz muy simpática (entrad, realmente merece la pena) y un sustituto para las bolitas de arroz de verdad. Un frío metal, una promesa que cada día me parece más dificil, una cuesta arriba prácticamente vertical y un silencio más frío que todos los congeladores de mi casa (que ya son muchos, ¿eh?). Un día como los de antes, de pasar el día sentadas delante del ordenador viendo series y películas para reírnos de todo y evitar pensar en los problemas. Un grandioso día como los de antes, con un montón de amigos (con los que tan sólo hablo en las quedadas) que, aunque pasada por agua, fue genial como siempre. Estrés, mucho estrés con el TR. Un dolor terrible de barriga, acompañado de demasiada piña como único plato. Sustos, malas noticias, más hospitales y casi (casi, por suerte) más muertes. 6 días sin internet ni teléfono, y una única persona que se ha preocupado por saber si sigo viva (gracias, por cierto :D). Recuerdos, demasiados, más de 300 mensajes de tiempos mejores que me hacen pensar en cómo ha cambiado el tiempo en casi un año. Soledad, acompañada por risas y Uno en horas muertas de clase.

Vaya... ¿Todo esto en tan solo 14 días? No se si el 2010 se presenta tan bien como lo pintan. O quizás... ¿Simplemente será otro año más con sus cosas buenas y sus cosas malas?


Mañana/pasado subo capitulo, lo prometo.