¿Te atreves?

¿Te gusta escribir? ¿Leer? ¿Quieres compartir tus palabras con gente como tú? Entonces... ¿A qué esperas? Entra y descubre un rincón donde poder expresarte.

8 dic 2009

3. Reflejos



El sonido sordo de las persianas al levantarse me hace esconderme aún más entre las mantas. Joder, no quiero ir a clase hoy. Me encuentro fatal.
-Arriba, dormilonas. Hay que despertarse, que pronto vendrá el doctor.
¿Doctor? ¿Qué doctor? Yo me encuentro perfectamente bien. No quiero ningún doctor, solo quiero quedarme en la cama un rato más. O quizás un día entero. O una semana. ¿Qué tal toda la eternidad? Algo tira de la sábana que me cubre, consiguiendo que toda la luz impacte de lleno en mis ojos. Suelto una maldición por lo bajo, parpadeando con tal de ver quien demonios me ha privado de mi oscuridad.
Ante mí, una muchacha baja y gorda me mira con una sonriente cara. A mi lado, la chica que anoche me estuvo ayudando se levanta perezosamente y le da un beso en la mejilla. Miro con cierto asco la escena; ¿cómo puede sentir cariño ante un ser tan malvado? ¡Me ha quitado mis sabanas!
-¿Quién demonios eres tú, taponcillo de pacotilla? –Le pregunto con cierto recelo, levantándome para arrancarle de las manos las sabanas.
-Soy Andrea –contesta con gesto ofendido, infantil-. Te agradecería que no me hablaras así, ya que a partir de ahora vamos a pasar mucho tiempo juntas.
Dejo ir un suspiro, recordando dónde me encuentro. Me llevo la mano a la cabeza, intentando mitigar el dolor masajeando mis sienes. De nuevo vuelvo a mirar a ése extraño personaje que sonríe varios centímetros por debajo de mí, meneando su cuerpecillo a un lado y otro, como una inocente niña. La chica de la otra cama sale de lo que, como ya supuse anoche, es el baño. Lleva una fina y ancha blusa de color salmón junto con unos pantalones, en apariencia, bastante cómodos. Nada parecido a la bata de enferma que yo llevo.
Con una sonrisa, sale de la habitación, dejándome a solas con el retaco, que sigue mirándome desde su corta altura con una sonrisa bobalicona que me da ganas de arrancarle a arañazos. Harta de sentirme observada, me cruzo de brazos mirándola con desprecio.
-¿Me vas a decir qué demonios quieres de mí? –pregunto finalmente.
-Estoy aquí para ayudarte. Me ha dicho la enfermera que anoche te trajeron infectada de pastillas y algo moribunda. Una pareja de ancianos te encontraron tirada cerca de la carretera y te trajeron aquí. Supongo que sabes donde estás, ¿verdad?
-En el infierno –contesto, con cierto temblor en el labio. Esto no puede estar pasando.
-Algo así, pero sólo si no cooperas. Puede ser agradable tu estancia aquí si pones de tu parte. Estamos aquí para ayudarte.
-Por favor… No digas chorradas. Estoy perfectamente bien.
-¿Ah, sí? –Pregunta, alzando una ceja-. ¿Por qué no te miras en el espejo?
Entrecierro los ojos, echando a caminar con aires de suficiencia hacia el baño. Me doy cuenta de que en cambio del largo tubo que salía antes de mi brazo, ahora tan solo hay un trozo de esparadrapo junto con una pequeña pieza de plástico. Un escalofrío me recorre al pensar que está clavado en mi piel, a la vez que entro en el pequeño habitáculo que es el baño. Alzo la vista, horrorizándome al momento. En la fría superficie de cristal, con el miedo pintado en el rostro, una versión de mí misma me mira desde unos ojos grisáceos y carentes de vida. Un fantasma, un espectro de lo que unos días atrás fue una de las chicas más populares. Eso es lo que veo.
Profundos círculos negros rodean mis ojos, resaltando aún más el color blanquecino de mi piel, que parece muerta. Los labios cortados, algunas heridas superficiales por el rostro y las manos. Sucia. Enferma. Muerta.
-¿Entiendes por qué estás aquí, verdad? –Murmura la voz de Andrea detrás de mí, llena de pena-. Si tú quieres, puedes llegar a salir de aquí y retomar tu vida donde la dejaste. No todo está perdido aún, por suerte.
Su voz me suena lejana, ya que lo único de lo que logro estar pendiente ahora mismo es de mi propio reflejo. Ese ser moribundo que me mira con pena y asco. Ésa no soy yo. No puedo serlo. Será el espejo, que está roto. Yo era la chica por la que todos los tíos perdían la cabeza, por la que todas las chicas se ponían a régimen o compraban ropas carísimas. Yo era de la alta esfera. ¿Y ahora? Ahora soy una chica destrozada que comparte habitación con una negra embarazada.
Algo cálido toma una de mis manos, haciéndome volver la vista. Al girar la cabeza para mirar, siento cómo las lágrimas empiezan a recorrer mi rostro sin poder evitarlo. Ahí está de nuevo, ese trozo de carne que antes me parecía tan horrible y que ahora, comparándola conmigo misma, parece el ser más maravilloso del planeta. Me pongo de rodillas, sin fuerzas y, a pesar de todo lo que le he llegado a decir, abrazo a Andrea como si fuera la única que puede salvarme.
-Shh… No desesperes. Muchos como tú han salido de aquí y ahora llevan la vida de sus sueños. De verdad, tú puedes hacer lo mismo.
Sus manos, regordetas pero suaves, acarician maternalmente mi cabello. Mientras, no puedo evitar seguir llorando desconsoladamente, intentando borrar la demacrada imagen del espejo de mi cabeza. Cuando empiezo a calmarme, alzo la mirada en busca de la suya, tranquila. Sonríe, comprendiendo al instante la súplica de mis ojos, pidiéndole ayuda.
-Vamos, levántate. Lo mejor será que te des una buena ducha y te cambies de ropa. Después, ya veremos qué hacemos contigo.
Asiento dócilmente, levantándome con dificultad y requiriendo el apoyo del cuerpo diminuto de Andrea. La observo con aires cansados, preguntándome qué hace una chica como ella en un lugar como este. No parece una enferma como yo o la chica embarazada. Y no es lo suficiente mayor como para ser una enfermera. Entonces, ¿Quién es ella?

2 comentarios:

  1. Joder, lo que me tarda en cargar hoy esto leñe!

    Mola :3

    "¿Quién demonios eres tú, taponcillo de pacotilla?" + "Supongo que sabes donde estás, ¿verdad?
    -En el infierno " + "Ahora soy una chica destrozada que comparte habitación con una negra embarazada."

    JAJAJAJAJA
    XDDD
    me parto

    pero mola cacho e_e

    PD: PASAME EL CAPITULO NIÑA! :3

    ResponderEliminar
  2. Qué temperamento tiene la tipa... xD
    Ya quiero saber qué le dirá el doctor...
    ¡Sigue bien!

    ResponderEliminar